El domingo 3 de julio, recibo en el grupo de WP, una foto con la chata del Tape literalmente enterrada en el barro.
Varios, sabíamos que él, tenía planeado un viaje a la zona de Iruya, pero, como poco a poco se fueron bajando candidatos para hacer esa famosa travesía, pensamos que la misma había quedado abortada.
Lo novedoso, es que no fue así, el Tape, fiel a su locura, consiguió copiloto (PIPI), quizá, tan loco como él, y solos, encararon esta tan complicada travesía.
El lecho del río Iruya, es la unión natural entre esa localidad y un caserío aguas abajo del rio, llamado La Higuera. Dicho lecho, es “acomodado” una vez al año por una máquina vial de manera de permitir a los lugareños poder comunicarse y abastecerse de bienes y servicios durante la época invernal, ya que durante el verano, el rio crece en forma exponencial y las localidades mencionadas quedan totalmente incomunicadas.
El problema surgió cuando seguramente debido a un error de cálculo (en las fechas) el Tape llegó a la zona, y la máquina vial encargada de “hacer” el camino, apenas había comenzado con su cometido, razón por la cual, el famoso mejorado del lecho del rio no estaba hecho.
Este pormenor, no impidió que el Tape tratara de hacer de igual forma la travesía, sorteando cualquier obstáculo que se le presentara, pero fue tal la dificultad que en el primero de los obstáculos (la bajada de una cascada de unos 7 u 8 metros) decidió bajar enganchado del malacate y no hizo otra cosa que romperlo, lo que lo dejaba sin una herramienta sumamente necesaria para hacer una travesía de este tipo.
No obstante este “pequeño” percance, no impidió que siga adelante con lo planeado: “UNIR LA LOCALIDAD DE IRUYA CON LA DE ORAN SIGUIENDO EL CAUSE DEL RIO IRUYA”
No con poca dificultad, fue avanzando y sorteando innumerables obstáculos. Piedras enormes, cientos de cruces del rio y muchos trechos largos circulando por el mismo cause plagado de pozos y piedras descomunales, hasta llegar a la confluencia con el rio Nazareno, lugar donde se encuentra el paraje Higueras (pequeño caserío “suspendido” en la ladera de la montaña).
Tuvo que detenerse en ese lugar para reparar la “barra pana” trasera que se había roto, producto de algún golpe con alguna piedra (nada extraordinario para el Tape, que le impida seguir adelante con su cometido).
A partir de ese lugar, el rio Iruya se torna mucho más ancho, dejando a ambos lados del cauce un espacio considerable de unos cien metros. Por momentos hay que ir buscando el lugar para poder pasar, ya que la unión de los dos ríos (que en esta época traen poco agua) tienen un importante caudal. Estos ríos de montaña, cuando es época de lluvia arrastran una considerable cantidad de tierra arcillosa, que se va depositando aguas abajo, dejando incontables pantanos, unos tras otros.
La arcilla (llamada adobe en esta zona y que se utiliza para hacer los ladrillos para las casas) tiene la particularidad de parecer tierra seca y firme, pero cuando se pisa, se rompe la primer capa y aparece debajo una manta de barro muy blando capaz de tragarse hasta los animales, ya que si estos pisan este barro, difícilmente puedan salir y obviamente, morirían allí.
El Tape, como buen animal del off-road, no hizo otra cosa que imitar a esas bestias naturales, y quiso pasar por encima de esta delgada capa de arcilla… el resultado fue notable, la Patrol se enterró solita en el barro.. Nada pudieron hacer. Estaban solos y sin malacate. La tragedia había comenzado y el resultado estaba puesto, en algún lugar aparecería el cajero automático natural que les cobraría el impuesto a la inconciencia y al boludeo sin límite ¡!
Pipi, tenía no sé porque razón el celular del Tape. La cuestión que por el hecho de pedir ayuda publicó la foto en varios grupos. Enseguida, lo llamo por teléfono para averiguar lo que le había sucedido.
Luego de su narración, y sabiendo que no podría salir por sus medios esa chata en la forma que estaba enterrada, comienzo a comunicarme telefónicamente con gente de otros grupos para intentar averiguar si había alguien en la zona.
Inmediatamente comienzan a surgir comentarios que hacían referencia que en la zona había un grupo de “patroleros”, cosa que nunca pude comprobar. También otros hacían referencia que había un grupo de “cheroqueros”, cosa que tampoco era cierto. Por último, algunos aseguraban que un grupo que estaba haciendo una travesía por la zona de Orán (Salta) ya estaban enterados de la situación y que se aprestaban a ir desde Orán a rescatar la chata, este fue otro comentario negativo que no hizo más que hacernos perder tiempo a los que intentaríamos ir a rescatar al Tape y su chata.
La cuestión que entre comentarios incorrectos, el tan esperado rescate se atrasó casi una semana, teniendo en cuenta que ellos quedaron atrapados por esa ciénaga el sábado 2 y nosotros pudimos llegar hasta el lugar exactamente una semana después, el sábado 9 de julio.
A raíz de lo que el mismo Pipi me comentó por teléfono, me dijo que un grupo de gente de Iruya, irían con él para rescatar la chata y que nosotros esperemos a que él vuelva para saber lo que habían podido hacer.
Pasaban los días y no había noticias. Luego de averiguar con la policía del lugar me entero que el rescate había fracasado, por lo que junto con un grupo de amigos “todo terreno” nos preparamos para partir en forma urgente hacia Iruya e intentar rescatar el Patrol del Tape.
El jueves 7, a las 21 hs ya estábamos en camino hacia Iruya.
El equipo de rescate estaba formado por:
Turco y Stefan en la Land Cruiser
Flopy, Pablito y Facundo en la Rangerota
Coraje y yo en la Patrulla
Eladio, iría directamente desde Córdoba en su Cheroke, llevando consigo un monton de elementos de rescate que a la postre fueron de gran utilidad. Manejamos sin parar, y a las 17.30 hs del viernes 8 estábamos abrazándonos con el Tape en la puerta de la iglesia de Iruya. Eladio había llegado un rato antes.
Luego de descansar un rato (único descanso real en cuatro días), cenamos un verdadero popurrí de platos típicos y nos fuimos a dormir bien temprano ya que a las 5 AM habíamos quedado en levantarnos para partir lo más temprano posible hacia donde estaba la chata.
El tortuoso trayecto por el lecho del rio Iruya nos demandaría casi siete horas.
Piedras, vadeo, y trampas naturales fueron apareciendo en el camino.
Ante cada adversidad el equipo actuaba en forma muy organizada, rápida, y segura, diría que muy profesional, haciendo lo que nos gusta pero sin desatender que el objetivo era otro, rescatar lo más rápido posible la chata.
A las 14 has por fin llegamos a destino. Entre risas y cargadas, fuimos preparando el rescate.
A simple vista parecía algo muy simple.
Dispusimos las tres chatas con malacates, con poleas de re-envío. Las anclamos, y procedimos a efectuar la maniobra de tensado para ver qué sucedía...
Nada. La chata ni se movió. Nos miramos y ahí caímos en la cuenta que esto se trataba de algo más serio de lo que se veía a simple vista.
El barro arcilloso se había endurecido de tal manera que la chata parecía que estaba hormigonada al suelo.
Primero tuvimos que comenzar a romper el suelo. Algunos con barretas. Otros con palas. Otros con martillo y corta hierros.
Poco a poco la fuimos liberando y fuimos preparando el suelo para poder elevarla con los hi-lift (uno mecánico y otro neumático) para lo cual, hubo que armar toda una base de tablones y rieles para que no seda el piso, que en la superficie era duro, pero que con la más mínima presión se rompía y emergía el lodo arcilloso que mantenía apresada a la chata.
Después de un par de horas de arduo trabajo la chata por fin cedió a la fuerza de los tres malacates, que junto a las poleas, hacían una fuerza de casi treinta toneladas. Algo absolutamente inaudito.
Las lágrimas no tardaron en llegar, todos estábamos emocionados, una gran parte del trabajo había salido bien, ahora solo faltaba saber si la chata luego de estar una semana sepultada, podría resucitar y recobrar la fortaleza que siempre demostró.
En un principio parecía que todo estaría bien, pero el agua y el barro arcilloso y abrasivo le jugo una carta fatal, en apenas unos pocos kilómetros, el embrague diría basta. Faltaba todavía una parte muy difícil del lecho del rio rumbo a Iruya.
Tuvimos que emplear toda la técnica conocida por nosotros hasta el momento para poder “izar” a la chata en cada piedra. Empleamos una verdadera ingeniería para lograr avanzar paso a paso, metro a metro.
Nos llevó cinco horas poder hacer los últimos mil quinientos metros. Pero al final logramos llegar a Iruya.
Prácticamente sin parar en el pueblo, seguimos camino hacia la ruta, sabíamos que algo más podría pasar por lo que no podíamos perder tiempo. Estábamos a casi 1500 km de Rosario y pretendíamos traer la chata a remolque.
El destino le tenía preparada otra sorpresa.
Una semana en el barro también habían dañado los rodamientos de las ruedas, y apenas tomaron velocidad en la ruta, se recalentaron y rompieron…
Sin pensarlo una camilla fue la solución para la enferma que ahora reposa en un reconocido hospital de Salta esperando por su re habilitación y ya ansiosa por emprender una nueva travesía.
_________________ TOYOTERO DE LEY, LOCO DEL 4X4!!! LU6FAV
Registrado: Vie Abr 08, 2005 2:21 pm Mensajes: 3508 Ubicación: Derry (ME)
Gracias Tape sin vos esto no habría sido posible.
Increible aventura. Gran relato Hugo.
Eladio sigue fiel a aquello que alguna vez me dijo: "llegar lo mas lejos posible con la camioneta lo mas standard posible"
_________________ Capo LU2 FCA N 39º 47' 35.27" W 86º 14' 19.97" "Hasta la victoria, siempre" "El momento más espantoso es siempre justo antes de empezar"
Registrado: Dom Abr 10, 2005 7:25 pm Mensajes: 7603 Ubicación: Rosario (SF)
Muy buen relato Tío! cada dia escribis mas lindo (pero que maraca suena la frase! )
por cierto las fotos también son excelente, veo que no son de celular...
Lo mejor de todo esto es saber que siempre hay un Apasionado para otro Apasionado en problemas por mas que este en el culo del mundo, hoy mas que nunca... CUDSCS (con Ustedes... donde sea, cuando sea)
Gran gesto de los rescastitas ... ademas que flor viaje pegaron!
tengo mucha intriga por saber la merecida reprimenda que debe haber recibido el TAPE la noche de campamento...
y para el Tape & Pipi no hay mucho que decir, mas que repetir una frase de un gran tipo que ya no esta con nosotros "FELICITACIONES! AHÍ LLEGAN LOS PELOTUDOS!"
Excelente relato Hugo Que grande es la solidaridad pasionera,siempre listos! Lo del Tape sin palabras..... Los felicito por el viaje y el laburito del rescate Abrazos
_________________ ¨No te tomes la vida tan en serio, al fin y al cabo no saldrás vivo de ella¨
Gran relato Tío!!!! Buenísimo! Me quedo con esta cumbre de inspiración: "En algún lugar aparecería el cajero automático natural que les cobraría el impuesto a la inconsciencia y al boludeo sin límites"
Sumo algunas fotos.
Llegando
Comité de bienvenida
Iruya a la vista!!
Tape a la vista!!
Degustación de platos típicos en comedor de Iruya (La única comida "normal" de todo el viaje)
Cuando el Tape llegó a este lugar la rampa de bajada que se ve detrás de las camionetas no estaba, era un punto de "no retorno", si bajaba ese escalón era casi seguro que no lo iba a poder subir para volver.
Niños, siempre tengan en cuenta que los puntos de no retorno tienen que ser muy estudiados. Siempre tenemos que estar seguros de que contamos con una salida alternativa... Sobre todo si nos encontramos solos!!!!
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