... Después vino el acto y a más de uno se nos fue todo al carajo. Hay que escuchar la voz quebrada de la maestra nombrando a cada uno de los que hicimos el viaje, agradeciendo por haber hecho lo que, según ellos, nadie hizo, por haberlos rescatado del olvido de los que no tienen el derecho a olvidar. Y uno que está convencido que para nada, que no hizo la gran cosa, que apenas se arremangó un poco por el simple hecho de haber caído del otro lado de la delgada línea roja…
…No me siento capacitado para describir paisajes tan alejados, claro, de la General Paz. Tal vez una mirada a las fotos sea más contundente. Ya sé, ellos no conocen otra cosa pero no creo que no tengan derecho a conocerla. Ya no hablo de lujos seguramente superfluos para nosotros mismos, hablo de agua pura, de luz eléctrica, de atención médica, de un libro, de pensar que tal vez haya algo más…Capo (diciembre de 2009)Hoy ya pasaron cinco años (parecen cien), y esa escuela que estaba en el olvido fue rescatada.
Del abandono absoluto, pasó a ser una de las mejores escuelas de la zona, donde ningún alumno más abandonó sus estudios, y donde conseguimos que los padres de ellos que hasta entonces estaban totalmente alejados del ámbito educativo, hoy sean partes esenciales en la formación cultural de los chicos, no solo colaborando con ellos, sino también conseguimos que un importante número de ellos trabaje ad honorem en la conservación del establecimiento.
En los viajes siguientes (2010-2011) fuimos creando lazos afectivos entre la gente de la comunidad y el personal de la escuela y nosotros, de a poco nos fuimos haciendo amigos, al punto que hoy ya nos tratan como a uno más de ellos, hemos, a base de perseverancia y sacrificio conseguido lo que los políticos no pueden (tal es así que en uno de los viajes, había un acto político en el pueblo y nadie de la comunidad fue ya que estábamos nosotros y, cuando los políticos notaron su ausencia, fueron a la escuela a ver porque nadie de la comunidad estaba en su acto y se sorprendieron cuando le dijeron que para ellos lo más importante que tienen en sus vidas es estar junto a sus padrinos…)
Como no conmoverse ante esto…
En fin, en el año 2012 comenzamos con la transformación edilicia de la escuela, cosa que continuamos en 2013, 2014 y 2015, rescatando del abandono total al establecimiento y convirtiéndolo poco a poco en un lugar un poco más digno para aprender a leer y escribir.
Como ya tenían agua, comenzamos por poner en funcionamiento los baños reparando los tanques de agua.
Como los chicos no tenían lugar donde comer les construimos un comedor.
Les arreglamos las aulas, instalamos pizarrones como la gente en cada una de ellas (eran tres), les reparamos las aberturas y también reparamos y pusimos en funcionamiento toda la red eléctrica para que en las aulas tengan luz (la que se genera mediante paneles solares).
Como no tenían lugar donde cocinar, les hicimos una cocina con “agua” también para que puedan lavar los utensilios.
Comprometidos ya con la educación, les instalamos computadoras, una biblioteca, una sala de jardín de infantes con toda clase material didáctico para que los más pequeños tengan la adecuada estimulación temprana y poder comenzar sus estudios primarios con la mente abierta al aprendizaje.
También estuvimos atentos a su actividad física, por eso los hemos equipado con indumentaria suficiente de manera que el aprendizaje este bien acompañado con la práctica de deportes, llegando inclusive a salir campeones del torneo inter-escolar que se llevó a cabo a fines del año pasado.
También en el mismo sentido, para que los chicos tengan una “salida laboral” construimos un “aula taller”, para que los varones se formen en actividades como ser carpintería y las nenas en corte y confección, para lo cual no solo construimos el aula, sino también que la equipamos con herramientas y máquinas de coser y tejer.
En la zona aledaña a la escuela, junto a gente del INTA, que a duras penas pudimos conseguir que creyeran que en el fondo del impenetrable también había gente que necesitaba de su asistencia, construimos una huerta orgánica y un gallinero, del cual se auto abastecen no solo de huevos, sino también de pollos, en tanto que la verdura casi no viene porque la tierra es tan salitrosa que ni el césped crece, y tan solo se pueden obtener algunas zanahorias y algo de lechuga al año.
En otro orden de cosas, construimos y/o reparamos todas las canaletas que juntan el agua de los techos, ya que el “agua de lluvia” o de rocío es la única fuente de agua potable que cuentan en la escuela dado que el agua de pozo, que se extrae con el grupo electrógeno donado en el primer viaje es literalmente “intomable”.
También hemos conseguido instalar un sillón de odontología con el objetivo de que año a años se vallan sumando a esta movida profesionales que quieran colaborar también en el campo de la salud.
Y, por último, en este viaje comenzamos con la construcción de un “quincho” donde no solo se puede cocinar a las brasas en un parrillero o en un horno de barro, sino que también puede albergar a los cien chicos y personal de la escuela todos los días para que puedan desayunar, almorzar y merendar en ese lugar ya que lo hicimos con la altura necesaria para que los calores de 45-50 grados a la sombra en verano no le calcine sus cabezas.
Obviamente que hay mucho más por hacer, esto recién comienza, y lo que empezó como una aventura, hoy ya forma parte de nuestras vidas, no se puede medir o explicar con palabras los sentimientos que se generan cuando uno hace cosas como estas.
El lugar sigue siendo el mismo que hace más de un lustro, nada de alrededor cambió. El único cambio es el que llevamos a cabo en la escuela “7 de junio”. Solo espero que sigamos trabajando para seguir mejorando la calidad de vida de ese pequeño grupo.
Ya muy bien lo había narrado Capo con posterioridad a su primer viaje:
… un buen día sintió la necesidad de apadrinar una escuela de Salta, obviamente carenciada hasta de carencias y atenuar tanto olvido…Capo (diciembre de 2009)Solo queda aceptar el desafío. Hacerse eco de ese sentimiento y seguir avanzando en nuestra obra, que no es otra que la de “hacer más llevaderas sus carencias y sabiendo que ya nunca más serán olvidados”.