este relato fue realizado por mi gran amigo Alejandro Caponi...yo solo tuve el coraje de postearlo...
DUNAS DEL NIHUIL MAYO 2015 (FUIMOS EPICOS). EL RELATO.
Agosto de 1946: exactamente un año después que por radio el Emperador Hirohito anunciara la rendición japonesa, marcando el fin de la Segunda Guerra Mundial, un escuadrón de cinco P47 Thunderbolt, al mando del Capitán George "Cold as Ice" Obelli, parten del aeródromo militar de Derry, Maine, Estados Unidos de America. Corrían otros tiempos en el feliz mundo de post guerra. Un musulmán podía ser parte de la US Air Force y por entonces comprendían que la forma correcta de aterrizar un avión no era estrellarlo contra un edificio.
La idea de Obelli y su gente era descender por la costa Oeste de America hasta el extremo sur del Continente, aterrizando en cuanta pista encontraran. Después de los horrores recientes, el mundo necesitaba un poco de unión y una sola America era un buen mensaje en la visión de aquel hijo de inmigrantes sirios formado en Princeton.
El 19 de diciembre, a media mañana, despegan desde San Rafael con la idea de cruzar, de oeste a este, las Dunas del Nihuil. El día era perfecto para volar y algunos hoy todavía recuerdan la silueta del P47 Droopy Drawers, bramando por la pista del por entonces modesto aeródromo y la silueta del Capitán "Cold as Ice" Obelli, bufanda blanca al viento, ondeando mas allá de la abierta carlinga.
Poco después, cuando ya debían estar sobre las Dunas y las condiciones meteorológicas no habían cambiado en absoluto llegaron dos mensajes radiales muy confusos. El 1º, al parecer un preocupado Obelli, anunciaba "poy, poy". Inmediatamente alguien contestaba "uh... una palomita". (El dialogo original fue: "poy, poy"; "uh... a little dove"). Nada mas. ¿Comunicación en clave? Imposible saberlo. El Capitán Obelli, su gente y cinco P47 Thunderbolt se perdieron para siempre en aquellas arenas malditas que pretendían seguir defendiendo su virginidad.
Septiembre de 1986: en la mañana del día 21, horas antes de la pelea entre Sugar Ray Leonard y Thomas Hearns para unificar los títulos del Consejo Mundial de Boxeo y de la Asociación Mundial de Boxeo en el peso welter, diez Jeep Cherokee parten con rumbo sur desde algún punto impreciso del Medio Oeste Americano. Algunas fuentes, medianamente confiables, hablan de North Salem, en el condado de Hendricks, Indiana. No están claras las razones para esta falta de información aunque algunos, muy por lo bajo, hablan de ciertos problemas con la ley del carismático líder de la expedición, Gus "Little Sandwich" Long, entre otras cosas fundador de la "All Terrain Mid West Association" y con un pasado, mas remoto, como Pastor evangelista y artista del Willy´s Circus. El objetivo declarado de la larga marcha era llegar hasta la Tierra del Fuego cruzando, otra vez, las Dunas del Nihuil de oeste a este como lo intentara el Capitán George Obelli cuarenta años antes. Aquel por aire, este por tierra. ¿Existía un punto de contacto entre ambos? No parece probable. Pero ¿había algún objetivo oculto? ¿alguno relacionado con el pasado de "Little Sandwich" Long? ¿desaparecer, acaso, en tierras lejanas como ya lo hicieran Butch Cassidy y el Sundance Kid? Nunca se sabrá a la luz del final.
Los diez Jeep Cherokee, mas 50 porteadores negros del sur de Louisiana con toneladas de repuestos, partieron en un extraño silencio. El Líder comenzó a hablar, y nunca más paró, recién al cruzar la frontera con México, 2.400 kilómetros al sur pero para entonces solo quedaban cuatro vehículos en orden de marcha y los porteadores, libres de su carga, se habían desperdigado. La caravana avanzó trabajosamente en los meses venideros y, exactamente, un año después de la partida sobrevivían solo dos Jeep, a cargo del propio "Little Sandwich" y de un enigmático coreano llamado Ye-Yo, que dejando atrás San Rafael durante un día fresco, se adentraron en las Dunas. Un radioaficionado de Curicó, el Ingeniero Fabián Torres O´Higgins, declaró haber escuchado esta conversación en su VHF mientras hacía rebote lunar: - La pista del rulemán es el palier - Hay un taller en Berazategui que te lo rellena y te lo tornea. Dicen que anda bien. Nada mas. Al igual que a los P 47 a las dos Cherokee sobrevivientes se las tragó la arena. Pero, a diferencia de Obelli y su gente, en esta parte de la historia hay un agregado. Algunos manifiestan haber visto, años después, a los dos pilotos en la zona de Rosario y Villa Mugueta.
Mayo 2015: yo conocía estas historias. Ocultas, es cierto, pero no imposibles de desenterrar. El día 15, Wally me llamo por mi cumpleaños y terminó invitándome al cruce de las dunas. "Nadie lo hizo hasta ahora. Seremos épicos.", sentenció. Sospeché que algo iba mal, muy mal. La palabra épico no figura en su pobre vocabulario dotado de apenas 20 o 30 expresiones muy elementales. "Tonga tiene todos los tracks". Mi anterior experiencia con Tonga como "Track Master" databa del año 2008. Por entonces era una muchacho callado, con pelo, que no tenía GPS y andaba en una Vitara roja descapotable. Aquel año organizó su primer Gran Viaje: a Corona del Inca. Fue después que, acertado o no, consideró que podía pasar a revistar en las ligas mayores, vendió la Vitara y copió el corte de pelo del Tío Hugo. Sus trayectos fueron cada vez mas enrevesados y de bajísima factibilidad pero allí extrañamente cimentó su creciente fama. Sus crónicas de viaje son una larga ristra de recorridos inconclusos aunque el penoso y ególatra mundo del off road lo venera. Lidera un grupo de fanáticos que lo siguen de manera incondicional. Incluso ha secuestrado intelectualmente a su cuñado. Adonde no llegó nadie, Tonga y sus muchachos pueden hacerlo. Adonde llegaron Tonga y sus muchachos, difícilmente otros puedan hacerlo. Pero no existen certezas respecto de cuales son esos lugares que, de hecho, no existen. Los "Tonga Tracks", como el populismo, no llevan a ninguna parte. No puedo negarlo. Temí que Tonga sea al Nihuil lo que Jim Jones fue a las Guyanas.
Este fue el brief que pasó durante la previa:
VIERNES 22 La idea es llegar a Gral. Alvear alrededor de las 15.30hs (los de Rosario estaremos arrancando a las 7hs aprox.) cuando estemos todos, esperemos que a horario, la idea es ya meternos para la entrada de las dunas son unos 90km por camino de ripio bueno (1hr 30 min. aprox.) hasta la entrada del cauce del río que nos llevara al Nihuil, mas o menos por acá S35.17459 W68.28592 allí buscamos antes de que caiga el sol (18.30hs aprox.) un lindo lugar donde acampar (podría ser en la mina Bonon o Puesto Los Leones si nos dan permiso, o algún otro puesto o donde pinte y nos guste) Noche de Campamento
SABADO 23 Hacemos 35km aprox. entre cauce de ríos (tal vez con algo de agua) y senderos, estimo no nos debería llevar mas de 2hs luego tenemos unos 16km cruzando los medanos mas altos del Nihuil, para llegar a “la Candonga” un sendero trialero al entre las dunas y el cañón del Atuel Entre “la Candonga” y algún tramo XX a inventar para volver a los medanos tenemos otros 24km aprox. Por ahí, donde nos agarre la noche haríamos la segunda noche de campamento
DOMINGO 24 volvemos a los medanos para hacer un 20km de arena y luego 25km de sendero para volver al ripio de la RP 179 y de allí vemos si hacemos noche en Gral. Alvear o Realicó, depende como nos den los tiempos
LUNES 25 Retorno
OK. Nada de esto se cumplió... pero al menos volví.
No abundaré sobre mis idas y vueltas para ser de la partida. Que si. Que no. Que sos un pelotudo si pensás que los medanos siempre estarán ahí. Que acompañado. Que solo. Finalmente, obvio, fue solo. No son los asientos de la Toyota. Soy yo. Y no estuvo nada mal. El viernes 22 desde la Shell de Pérez a las 6:17 AM, bajo una bóveda perfectamente oscura y a esa hora aún ominosa, partieron, como el Capitán George Obelli y sus P47 69 años atrás, las siguientes tripulaciones:
Flopy & Tonga (Ranger anabolizada)
Tío Hugo & Cuchillito (Hilux Mickey Mouse)
Tega & Wally (Cherokee enmascarada como Hilux, en lo sucesivo Toyotega)
Uki (SW 4)
Yo (Hilux Asmática)
Mas adelante se nos agregarían: Tape, Pablito & su Gestor (Patroleta Asmática). Dos reflexiones sobre El Tape. a) Es el único tipo que sale de travesía llevando a su Gestor. b) Hay fuertes indicios que El Tape, ese mismo fin de semana, fue visto de travesía en, al menos, un par de lugares más.
Pipi & Axel (SW 4 98)
Claudio & Dani (TLC)
Juan y Jorge (algún tipo de Mitsubishi)
A ultimo momento sufríamos una baja. José no podía ser de la partida. Se olía adrenalina. Y, en mi caso, Diclofenac. Ya se sabe lo que las Hilux viejitas le hacen a la columna.
Sin novedad arribamos a General Alvear, personalmente esclarecido al saber que carajo es un "préstamo a la vera de una ruta". Rápido reaprovisionamiento de combustible, provista de alimentos y agua mineral y por un muy interesante camino de ripio y arena (con carteles que anuncian una autopista para el siglo 28) fuimos dejando atrás la civilización. La Toyotita corría ágil entre el polvo, libre de las ataduras de las asistencias electrónicas. Jorge, copiloto de Juan y gran conocedor de la zona (pensé que podía operar como freno a la megalomanía de Tonga) nos ordenó recoger leña. Lo que no entendí muy bien es porque ordenó que toda la leña vaya a mi camioneta y, peor aún, porque pretendía que lleve la leña los 2 días de travesía lo que me transformaría en un Cristo sufriente arrastrando la cruz por un Gólgota de arena. Como se puede colegir, las Dunas encierran misterios herméticos... Cuando ya nos habían vencido las sombras, acampamos al costado de una pared perfectamente vertical. Parecíamos estar al reparo de todo lo que iba a venir. Un reparo fugaz, huidizo. El Tío Hugo preparó un gran asado que regamos convenientemente y cerramos con café, Jack Daniels y chocolate. Su arenga terminó con un "...confío en ustedes. En 48 horas algunos ya no estarán, yo mismo tal vez, pero, de todas maneras, seremos épicos." Me sentí el artillero de cola de un B17 horas antes de despegar rumbo a Berlín. Esa noche tuve pesadillas. Tonga, una divinidad oracular y profética, dibujaba tracks en un pizarrón pobremente alumbrado por una antorcha hecha en un palier de Cherokee. Al otro lado del agonizante fogón, Wally cantaba Tren del Cementerio con la misma, exacta, voz de John Fogerty.
On the highway, thirty people turned to stone. On the highway, thirty people turned to stone. Oh, take me to the station, 'cause I'm number thirty-one.
Sábado 23: la psicodelia me gana durante dos días. Pido ayuda con las fotos. Estábamos todos. Arrancamos fácil hasta que comenzó el rock & roll. Esta vez en forma de espinos sobre cubiertas con 10 o 15 libras. Querían abrir un nuevo acceso a las Dunas, desde el este. Un cordón montañoso aparecía nítido a las 12. También, no menos nítido, El Tape y la Patroleta trepando el cordón guiado por Wally. Desde arriba comunica algunas cosas. Que se podía subir, que las Dunas allí no estaban, que se veían mas montañas y que, no importaba, que también las íbamos a cruzar y que, en algún momento, habría Dunas. Si era en Mendoza o Perú daba lo mismo. Tonga, mil metros mas allá, sobre una roca adoptaba pose de suricata, parece meditar. Jorge, el baqueano, dice que por ahí no es. Le pregunto donde estamos. Me contesta "no se". Hago un rápido recuento de existencia de botellas de agua mineral. Se generan discusiones. Incluso gente que, en pánico, corre desnuda entre los arbustos espinosos. No vamos a revelar su identidad pero no era de la Pampa Humeda. Lisérgico admito que el suicidio es una alternativa tan valida como cualquiera y digo "si quieren subir, subimos" pero no. Pegamos la vuelta. Primer Tonga Track fallido.
El resto del día es confuso. Cerca del mediodía conseguimos entrar a las Dunas por S35 07 22.7 W68 31 19.7. Haríamos un trayecto inverso al intentado por "Cold as Ice" Obelli (por aire) y por "Little Sandwich" Long y el coreano Ye-Yo (por tierra). Ellos habían descendido por el borde occidental de las Dunas y, en algún punto, torcieron hacia el este, cortando los medanos mas altos y dibujando una suerte de "L". Nosotros, sin ningún posibilidad de éxito, lo sabía, la noche anterior me lo había sugerido Kurt Cobain, recorreríamos esa L en sentido inverso. Las horas que siguieron hasta la detención para hacer campamento son confusas. Creo recordar que todos subíamos y bajábamos medanos. Que la aspirada gritaba en 2º de baja a 4500 vueltas, a veces inútilmente. El resumen de la tarjeta de crédito con las cuotas del embrague por vencer se balanceaba justo frente a mi. Tengo una visión borrosa de la Ranger trepando sin mayores dificultades. También las otras Toyota y la Mitsubishi inespecífica. Mis horas mas criticas fueron cerca del final de la tarde, y a la mañana siguiente entendí el porque. De alguna forma me las había arreglado para avanzar a la par de vehículos mas potentes. Hasta que llegué a una olla muy extensa. Todos ya habían pasado al otro lado excepto Uki. Jorge, el Baqueano, por el VHF me decía nadie pasa por acá, solo vehículos muy equipados. Bajé la vista hacia mi único equipamiento, stereo con USB. Le pregunto donde estamos. Me contesta no se. Uki, de saco y corbata, prendedor del Macro en la solapa derecha, estampita del Flaco Charly en la otra, intenta rescatarme pero cocina el embrague. De todas formas no se separa de mi lado. Desde el más allá de las Dunas que podía ver, las conversaciones hablaban de la Ranger y la Toyotega atrapadas en otra olla. El Tape, con esa voz tan calma, desafiaba a los medanos, que sigan viniendo, los treparemos. Cerré los ojos y me dije OK, así es como todo termina. Dios lo hace parecer justo al final. Volví a mirar a Uki. Deseaba otra vista antes de la ultima oscuridad pero me consuelo, es lo que hay. Una luz tibia y placida lo envuelve. Podía sentir lo que seguramente sintió el Capitán George Obelli, 69 años atrás. Pero fue ahí que Flopy dice pudimos salir, volvamos donde está Capo. La luz tibia y placida abandona a Uki, vuelve a tener el mismo aspecto de viejo maraca de siempre, todas las camionetas cruzan los medanos que ya habían derrotado y Wally sentencia nadie queda atrás, pero que pelotudo ¿en esta ollita de mierda te quedaste?.
Poco mas adelante, en otra olla, acampamos. La temperatura bajaba demasiado rápido. Era extraño pero a nadie se le pasó por alto. La noche fue, si, gloriosa. Todos nos revelamos como negados para la astronomía y la Cruz del Sur generó un impensado debate. ¿Habría un cielo particular allí? En un disco, vacío. En otro, verduras. Axel, un excelente cocinero de campaña. Hubo truco bajo el gazebo, El Tape contó sus historias y bebimos vino. En su primer día, el Nihuil no había podido. Como a las 22 me fui a dormir y el mercurio seguía para abajo. Entre sueños, y helado, lo entendí. En esa olla, abajo nuestro, tapados bajo arenas milenarias yacía completa la escuadrilla de P47 del Capitán Obelli. No me animé pero tenía la certeza que si podía caminar doscientos metros y salir de allí, la temperatura sería mucho más alta. El frío anidaba exactamente en ese lugar.
Domingo 24: el animo ya era otro durante el desayuno. Algo nos decía que lo peor había quedado atrás. Las Dunas estaban próximas a perder, por primera vez, la batalla. Millones de años a punto de caer en nuestros puños. Hubo un momento de zozobra cuando a poco de arrancar necesitamos malacatear a la Asmática pero fue la penúltima vez. Desde arriba de un medano observé el terreno. Una bajada. Una corta planicie. Otra trepada y dos huellas que formaban una perfecta V. Podía ser, claro, una señal alienígena. En el centro de la V, pastos. Sentencié, voy por el centro, donde no hay huellas. El primer salto me indicó porque no había huellas. Pero no era el momento de perder la potencia de 90 HP desbocados. Seguí acelerando, es que cuesta tanto. Creo que primero voló algo de leña, después la rueda de auxilio, seguidamente un bidón con 60 litros de gas oil y cerramos el numero con unas botellas vacías. Pero se trepó. Y ya nada nos detuvo. Fue un derrotero perfecto y placido por los filos de las Dunas. El trabajo estaba hecho... hasta la última olla. S35 04 10.2 W68 35 59.2. Los potentes fueron saliendo sin problemas, algunos antes otros después. La SW 4 98 de Pipi & Axel renegó un poco mas pero los 125 HP del 3.0 Turbo también lo lograron. Y quedábamos las asmáticas. Había que inventar algo por los peraltes de esa última olla porque los malacates quedaban lejos. Tonga caminó, leyó el terreno mejor que los lugareños y me dijo por acá. Un gran rodeo, el noble 5 L que da todo lo que tiene, llego a tirar 4º en baja... y estoy arriba, estoy afuera. Empecé el viaje diciendo, durante un café en Venado Tuerto, que extrañaba la SW4 2000, que venderla había sido un gigantesco e irreparable error fruto de la estupidez, que no conseguía hermanarme con la Hilux. Volví a mi casa con, al menos, una relación correcta, de respeto mutuo. Veremos el futuro. Quedaba un ultimo descenso, sencillo. Bajé, oí que me gritaban frená cuando en realidad me gritaron acelerá, cuando mi instinto me decía acelerá y frené. El malacate de la Toyotega me rescató por ultima y absurda vez. Pero el grito que llegó a la cabina fue nítido, frená. Lo oí bien. No dudo. Una ultima treta de las, ahora si, derrotadas Dunas del Nihuil.
La Candonga: al salir de la ultima olla, y después de un muy interesante tramo de navegación entre espinas y terreno arenoso e irregular (hasta S35 01 43.5 W68 33 37., arribamos al ingreso a La Candonga. Paramos para picar, inflar las gomas y mentirnos un poco acerca del logro reciente. No me voy a extender demasiado acá porque será objetivo para un próximo viaje. Un recorrido trialero que aparenta ser muy interesante, con pasos angostos, lindas trepadas, lindas bajadas, no menores inclinaciones laterales y un paisaje extraordinario. Acá pude nuevamente comprobar, como lo que relaté de Tonga en la salida de las Dunas, que en este grupo hay gente que sabe leer muy bien los terrenos. Casi como cualquier lugareño. Tega y Wally me inventaron un paso cuando, ni bien entrados, se me complicó un tanto. Nos arrimamos hasta el punto exacto donde empezaba el heavy metal pero ya no daban los tiempos para el intento y pegamos la vuelta. Grupos de quads y camionetas que venían en sentido contrario nos hablaban de un recorrido de 5 horas. No pudimos por el retorno corto, un puestero muy malo nos cortó el camino y no hubo forma de negociar. Ni siquiera nuestro baqueano pudo con él. Justo cuando la ultima luz se escondía tras las montañas del oeste, salimos al camino. Insisto que es un recorrido para hacerlo. Una variante muy seductora parece ser recorrerlo en bicicleta. De hecho, vimos grupos de bikers que se perdían por un lugar inaccesible para nuestras camionetas.
Ya de noche, vía Va. El Nihuil y San Rafael, nos encaminamos a nuestra ultima noche en General Alvear por una ruta plagada de Renault 12 (mayormente color azul) mientras gozaba con el Boca 0 - Aldosivi 3. Después de 2 días en la nada, una cama de hotel, un baño y un buen comedor estaban bien, muy bien.
Volví a salir de travesía. Cuatro años después. Con otro vehículo totalmente distinto, con prestaciones muy inferiores. A un terreno que desconocía por completo. Dicen que todo cambia. Yo mismo soy diferente. Pero pude comprobar que los que me acompañaron son los mismo que conozco hace tantos años, incluso mejores.
Registrado: Sab Abr 09, 2005 5:41 pm Mensajes: 1766 Ubicación: Purgatorio
Excelente, soberbio, ÉPICO... Comandante, pasan los años y Ud me sigue sorprendiendo. Y como expresa en el relato, ver que el tiempo pasa y nosotros seguimos en esencia siendo los mismos de antes es algo que no tiene comparación... Como expresé por algún otro medio, un lujo y un privilegio haber compartido esta aventura con este grupo. Con ustedes hasta el fin del mundo.
Cuchi.
P.D. Según datos no confirmados, el afamado arqueólogo alemán Gustav R. Schwert mientras fumaba su pipa habría admitido que en el caso de que restos hallados en las arenas de las Dunas del Nihuil pertenecieran a la aeronave piloteada por George "Cold as Ice" Obelli, al igual que en el caso de Antoine de Saint-Exupéry, las huellas de impacto en los objetos recuperados —trozos de acero inoxidable doblados y aplastados— y la posición de las válvulas de sobrealimentación revelan que el último momento de "Cold as Ice" Obelli en vuelo fue en posición casi vertical, con los motores a toda marcha, lo que indicaría que sabía exactamente lo que estaba haciendo...
_________________ Se puede cambiar de todo, de cara, de casa, de familia, de religión, de dios... Pero hay una cosa que no se puede cambiar... No se puede cambiar de pasión..."El Secreto de sus ojos" ARO 10.4 CHEROKEE TURBODIESEL CHEROKEE 4.0 AUTOMÁTICA
Registrado: Mar Nov 25, 2014 9:48 am Mensajes: 125 Ubicación: La Plata
Puse mucha paciencia a la espera del relato. Dediqué un buen rato a leer (saborear?) las referencias a aviadores y cherokeros incluidas como prolegómeno. Y otro tanto me llevó rememorar -de la mano de la pluma del Capo- varios de los momentos vividos.
Todo, absolutamente TODO, resultó impecable.
Capo: te saludo con la convicción de que lo épico no ha sido la travesía. TU RELATO ES ÉPICO.
Usuarios navegando por este Foro: Bing [Bot], Google [Bot] y 30 invitados
No podes abrir nuevos temas en este Foro No podes responder a temas en este Foro No podes editar tus mensajes en este Foro No podes borrar tus mensajes en este Foro