Miércoles 6 de Julio de 2011 El trabajo enferma más de lo que se cree*La Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) llama la atención sobre las enfermedades respiratorias originadas en la actividad laboral.
*La Neumonología Ocupacional es la especialidad que se ocupa de tratarlas.
Las patologías de origen laboral son muchas y variadas, aunque poco conocidas salvo las que derivan de accidentes, intoxicaciones crónicas y algunas enfermedades oncológicas. Pero las enfermedades laborales que comprometen al sistema respiratorio y con él tanto la salud general como la calidad de vida, son más comunes de lo que se supone.
”La Neumonología Ocupacional es la que se ocupa de estas patologías y si bien cada paciente es tratado en forma individual, detectar el origen laboral de una enfermedad permite generar estrategias preventivas para anular o minimizar la agresión, lo que beneficia al paciente afectado y también a su entorno de trabajo, donde la salud laboral se transforma en colectiva”, afirma Lilian Capone, Coordinadora de la Sección Patología Ocupacional de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) neumonóloga universitaria, especialista en Salud Laboral y docente de la Facultad de Ciencias Sociales.
Una persona que cumple jornadas de ocho horas respira durante su trabajo 14.000 litros de aire. Semejante volumen establece una indudable relación entre los factores ambientales del trabajo y la salud de los trabajadores expuestos.
Una persona que cumple jornadas de ocho horas respira durante su trabajo 14.000 litros de aire.
"Las primeras patologías respiratorias laborales estudiadas fueron las que afectaban a los operarios de minas carboníferas. La inhalación reiterada de polvo de sílice provocaba una enfermedad respiratoria conocida como silicosis. Si bien más tarde la economía mundial dejó de usar carbón como primera opción energética, aún hoy en los países subdesarrollados este mal afecta a muchos trabajadores: las labores en canteras y túneles, en la extracción de minerales, en la molienda de piedra, etc. El uso de abrasivos como lija y chorro de arena en trabajos de pulido, la utilización de talco industrial, los trabajadores de la cerámica, vidrio y de la construcción también pueden originar silicosis. Esto conduce a una insuficiencia respiratoria por fibrosis pulmonar y aumenta la predisposición para desarrollar tuberculosis, bronquitis crónica y otras patologías respiratorias", explica la neumonóloga y agrega que la inhalación de agentes orgánicos como excrementos de ave, hongos y bacterias pueden provocar Neumonitis por hipersensibilidad, denominada también Alveolitis alérgica extrínseca.
Se han detectado más de 30 sustancias patogénicas que generan cuadros pseudo-gripales, febriles y que muchas veces conllevan un componente obstructivo de las vías aéreas cuyos síntomas se atenúan o desaparecen cuando el enfermo deja de estar en contacto con los factores desencadenantes. En otros casos, estas neumonitis se tornan severas y conducen a un estado de fibrosis pulmonar irreversible luego de un largo período de latencia.
"La Internacional Agency for Research on Cancer (IARC) produjo un listado de carcinógenos reconocidos: arsénico, asbesto (amianto), éter, cromo, sílice, ciertos hidrocarburos, níquel, cadmio, radón, gas mostaza. Y como posibles, aunque no definitivamente probados agentes de cáncer, los insecticidas no arsenicales, acronitrilo, cloropreno, dimetilsulfato, compuestos del plomo, humos de soldadura y varios otros. Muchos de estos factores están presentes en el medio laboral, principalmente en las industrias químicas, siderúrgicas y metalúrgicas. Según las fuentes estadísticas, la proporción de cáncer de pulmón de origen ocupacional oscila entre el 10 y el 40 por ciento de todas las patologías oncológicas. Estos cánceres, al igual que el provocado por el hábito de fumar, son absolutamente prevenibles",
revela Capone.La proporción de cáncer de pulmón de origen ocupacional oscila entre el 10 y el 40 por ciento de todas las patologías oncológicas.
La exposición al asbesto, un factor de riesgo oncogénico conocido, se potencia con el tabaco y los fumadores quintuplican la probabilidad de contraer cáncer de pulmón. El mesotelioma maligno, tumor derivado de células de la cavidad pleural y peritoneal, tiene una fuerte relación con la
exposición al asbesto. La incidencia en el Reino Unido, por ejemplo, supera los 1.000 casos al año y allí se teme que en 2020 alcanzará los 3.500.
Se considera que del 5 a 15 por ciento de los casos de asma, la enfermedad respiratoria ocupacional más extendida en países desarrollados, son de origen laboral.
En algunos casos, previo al desarrollo de la enfermedad se da un período de sensibilización o latencia, como en la inhalación de polvillo de madera y de polen, entre otros. En otros, la exposición a potentes irritantes derivados del cloro, resinas, poliuretanos y otros elementos produce un tipo de asma sin período de latencia llamada asma inducida por irritantes. Las condiciones laborales que incluyen estos agentes pueden agravar un asma anterior o bien desencadenarla.
Según la especialista, una de las características de las enfermedades profesionales respiratorias con período de latencia, es que pueden pasar 15 años o más, desde el momento de la exposición laboral hasta la aparición de los síntomas. Por eso un diagnóstico preciso requiere un exhaustivo estudio de los antecedentes del caso y una evaluación de la historia laboral.
Los agentes etiológicos de este grupo de enfermedades son identificables y mensurables; por lo tanto, prevenibles.
”Los agentes etiológicos de este grupo de enfermedades son identificables y mensurables; por lo tanto, prevenibles. Habrá que ver qué condiciones de trabajo se desea implementar para garantizar un ambiente laboral confortable, un trabajo digno. Si la ciencia y la técnica originaron el riesgo, serán éstas las que deban generar soluciones para que el trabajo dignifique sin enfermar a quien lo ejerce”,
concluye Capone. alfred