Un paseo por CatamarcaDesde hacía un buen tiempo, estábamos hablando con unos amigos de recorrer la zona de Fiambalá, y llegar a los hermosos lugares cercanos al paso San Francisco.
Así que pusimos fecha, y arrancamos..
Claro, yo no tenía la chata en condiciones de hacer off road, y si bien, el recorrido no presenta mayores dificultades de off road extremo, lo mismo, me decidí a preparar la chata para dar ese paseo.
Sin grandes reformas
, la heredera de MICKY MOUSSE, bautizada por algunos como “MINNIE” quedó así:
El tema es que ahora va a tener que seguir viajando para “amortizar” su preparación…
Volviendo al tema, el viernes 25 de noviembre partimos con el objetivo “Fiambalá”.
Éramos 4 personas en dos chatas:
René con Fabián en la X TERRA de René y yo con Sergio en la Hilux.
Con un enlace de un poco más de 1000 km dejado atrás, a las 16 hs estábamos llegando a Fiambalá, así que rápidamente, dejamos algunas cosas en las cabañas, nos pusimos ropa apropiada y nos fuimos a reponer energías a las termas.
El día siguiente, sería duro, para algunos, sería la primera aventura en la altura de la cordillera.
Ni bien amanecimos, luego de un excelente descanso, encaramos por la ruta 60 hacia la zona de “Cortaderas”, y desde allí, por el camino de la Coipa fuimos a visitar para ir aclimatándonos las hermosas lagunas. Y, como todos estábamos bien, nos animamos y llegamos hasta los glaciares que están en el lugar donde se hace el campamento base para ascender al Piscis.
Estando de regreso hacia la ruta, en la conocida laguna de los Aparejos, vimos tres chatas de un grupo mucho más números de chatas que estaban literalmente enterradas unos cien metros dentro de la laguna.
Con un frio cercano a los 0º el grupo de jóvenes estaba desesperado por la situación y aturdidos y afectados por la exposición a la altura tanto tiempo.
Al ver el cuadro, me acerqué a ellos. Casi no podían hablar...
Las tres chatas enterradas eran una SW4, una RAM, y una AMAROK.
Las dos primeras estaban en una zona, la otra estaba mucho más lejos, haciendo no sé qué cosa.
Lo primero que hice fue literalmente “cagarlos a pedo” por cómo estaban arruinando el paisaje, y sabiendo, que por más que hubieran podido salir, las marcas de las ruedas en esos lugares perduran por años, y le causan a la fauna autóctona un verdadero estrés causado por el deterioro de su hábitat natural.
Nos costó un par de horas sacarlos, ya que ellos, no tenían ni la más pálida idea de que hacer en situaciones como estas, y dado a su avanzado mal de altura, estaban como zombis.
En el caso de la AMAROK, como para que se tenga una idea de la situación, tuvimos que juntar 8 eslingas de 9 metros, más los treinta y cinco metros de mi malacate, y yo poner también las ruedas en la laguna y anclarme con la RAM y la X TERRA.
Por suerte, Sergio, mi copiloto, si bien no tiene experiencia de OFF ROAD, sabe manejar, así que tomó el volante sin pedirlo prestado y una vez que pude “despegar” la chata del pantano le aplicó todos los burros para que pudiera salir marcha atrás sola…
El estrés del momento, terminó afectándonos también a nosotros, así que volvimos a bajar a Fiambalá, e hicimos noche en la misma cabaña que el día anterior.
Los muchachos dueños de las chatas, nos invitaron a cenar, pero la verdad que estábamos tan cansados que después de picar algo, nos fuimos a dormir sin saber muy bien como seguiría nuestra visita por la zona.
Pero al otro día, estábamos todos bien.
Así que encaramos nuevamente hacia el paso San Francisco y el objetivo era llegar a Antofagasta de la Sierra, dando la vuelta por el volcán Peinado y visitando campo de Piedra Pómez, eso sí… haciendo previamente aduana, ya que para estar en mi propio país, en algunos lugares hay que hacer aduana, cosa de argentinos, alguna vez supongo que nos gobernará alguien que piense y estas cosas quizá no vuelvan a suceder.
El recorrido siguió como estaba previsto, los arenales y las largas trepadas, junto a los maravillosos paisajes le fueron dando un extraordinario toque de dramatismo al viaje.
Pero, sin mayores contratiempos, pudimos concluir nuestro recorrido.
Entrada la noche, llegamos a ADLS y nos hospedamos en la hostería del “tano Baldi” por sierto, muy recomendable ¡!
Repuestas las fuerzas necesarias, y luego de un buen desayuno, emprendimos el viaje de regreso a casa.
Fue un gran viaje, más aún por el hecho de compartir con amigos del alma, el debut de “MINNIE” en el duro devenir del OFF ROAD..
Hasta la próxima aventura… ¡!!