"Cometí un error, compré un Jeep, cometí un error, compré un Jeep", rapea una y otra vez Teg Sethi. Este australiano compró por 61.000 dólares de su país (alrededor de 40.000 euros) un todoterreno Jeep Grand Cherokee, una decisión de la que se arrepintió a los pocos días. "Entró en 'Modo protección' tres veces, la dirección me lleva a la izquierda, el tablero eléctrico huele a quemado, no hay antena para radio digital a pesar de que tiene radio equipada, el aire acondicionado funciona intermitentemente...", describe el afectado por correo electrónico entre una larga retahíla de quejas.
Pero Sethi no es el primer conductor que protesta ante Fiat Chrysler Australia. La página Destroy my Jeep (Destruyo mi todoterreno) trata de reunir las quejas de los conductores indignados, como uno que prendió fuego a su vehículo por "la frustración de la forma en que fue tratado por el concesionario". La web también se ha hecho eco del caso de la canción viral: "Desafortunadamente para Fiat Chrysler Australia, Teg Sethi tiene contactos en la industria musical y ha creado este absoluto temazo sobre su experiencia con un Lemon", explica el administrador de Destroy My Jeep, Ashton Wood.En dos días, el vídeo que subió el rapero improvisado a las redes acumula casi un millón de reproducciones.
Destroy my Jeep critica los conocidos como lemon cars, los coches que muestran defectos de fábricas tras su compra, y pide a la Administración australiana mayor control legal que impida que se vendan vehículos con defectos. Y en ese país no es el primer grupo que persigue este empeño.
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