Cuando vi el post del viaje anterior al cuerno, me acuerdo, mirando las fotos y el relato, me quedé con la boca abierta, como si viera un fantasma. Y si, era un fantasma.
Por el año 2003, me acuerdo haber descubierto un relato de Eduardo Cinicola y tener la misma sensación. Si bien ya andaba dando vueltas con los fierros de doble eje, no encontraba laderos, no había descubierto que era lo que quería hacer con esos bichos. "Esta es la clase de viajes que sueño hacer", pense.
Al leer EL CUERNO I, volví a esas sensaciones, reconocí que esa era la clase de viajes, de historias, que uno sueña cuando se mete en estos líos del 4x4. Cuando posterga otras cosas mas urgentes, cuando deja de lado familia, $$ y demás. Es dificil de explicar esto a gente que nunca lo hizo, que nunca lo sintió. Pero acá estoy con gente del palo. Con gente que sabe de que hablo. Lo van a entender.
El día que recibí el mail de Tonga invitandome a participar de ésta, no lo podía creer. Sin cerrar el correo, hice la nota pidiendo los días de vacaciones que me quedaban y me sumé. El objetivo era participar, pero sabía que ibamos a llegar, que lo lograríamos.
Por esto que cuento, va un enorme agradecimiento a Nestor y Pampa que abrieron el juego.Que nos invitaron.
El viaje fué increible. Todo el tiempo, la llegada de noche, las luces que alumbraban, la inmensa oscuridad, la llegada a la mina... todo, hasta que nos despedimos en Guandacol.
Nada quebró la magia.
Solidaridad, compañerismo, alegría y ese sabor de no saber donde pisábamos.
Después de la cuesta del viento, donde no hay mas huellas, era seguir la intuición. Sabiamos donde ibamos, descubriamos como llegar... las pendientes laterales desde lejos imposibles, desde mas cerca probables. Una vez que las pasabamos: posibles.
El viento que te cortaba, pero daba oxigeno, ese aire que faltaba en las gargantas de los laburantes, de los que se mataban casi hasta la descompostura, para que el grillete quedara seguro. Subir y bajar, enganchar, desenganchar, una y mil veces. Había que lograrlo... los malacates sonando, el olor a embrague quemado... se ponía todo. El Tape, como si caminara en la peatonal, iba y venía.
Tonga y Coraje... sin palabras. Siempre al frente, abriendo camino. Con voz de radio: "Por acá va", "se inclina pero va". Allá ibamos con Hugo.
Los copi, extenuados, no opinaban... ya se la habían jugado en la cuesta del viento. Ahora solo contemplaban, era responsabilidad de esos dos locos que guiaban. Que sabían donde ibamos.
La primera aparición fue un segundo. Pero quedó grabada. Ya estábamos.El fantasma estaba ahí.
Y llegamos. De ahora en mas todo el que vaya... le va a costar, pero seguirá las huellas.
De inmediato nos apareció Pampa en imagen, el que había hecho todo para llegar, y el puto embrague dijo basta. Había que ir a buscarlo. Nadie dudó. Solo hubo tiempo para la foto de rigor y ahora si a pegar la vuelta, sobre la huella ya hecha.
La bajada fué pura concentración, enganchar, desenganchar. "a la derecha Pampa", "frename", " dale gas Inca". Todo era llevadero, todo era como si se tratara de uno mismo. El equipo funcionó, desde el principio al fin. Que llego. Y el silencio en la radio, se volvió a hacer dueño del viaje de vuelta.
INFINITAS GRACIAS PASION!!!!
INFINITAS GRACIAS POR DARNOS ESTAS GOTAS DE ALEGRIA!!!!!
INFINITAS GRACIAS POR PERMITIRME SER PARTE DE ESTE ABRAZO QUE NOS DAMOS TODOS,
PORQUE SI LLEGO UNO, LLEGO TODO EL GRUPO!!!!! NO MEMORY CARD
THE REST ON MEMORY BOLITA
ABRAZO APASIONADO!!!